Mecanizado CNC

Ligereza: El aluminio es un metal ligero, aproximadamente un tercio del peso del acero, lo que lo convierte en una opción ideal cuando se busca reducir el peso de estructuras o productos finales sin sacrificar la resistencia.

Buena conductividad térmica y eléctrica: El aluminio es un excelente conductor de calor y electricidad, lo que lo hace útil en aplicaciones que requieren transferencia de calor eficiente o conducción eléctrica, como cables eléctricos y disipadores de calor.

Resistencia a la corrosión: El aluminio tiene una excelente resistencia a la corrosión debido a la formación de una capa de óxido de aluminio en su superficie. Esta capa protectora evita que el metal se oxide y se deteriore, lo que lo hace adecuado para su uso en ambientes exteriores o corrosivos.

Maleabilidad y facilidad de conformado: El aluminio es maleable y se puede trabajar mediante procesos de conformado como laminación, extrusión y mecanizado. Esto permite fabricar una amplia variedad de productos y componentes con formas y tamaños personalizados.

Reciclabilidad: El aluminio es altamente reciclable, lo que significa que puede ser fundido y reciclado una y otra vez sin perder sus propiedades. Esto lo convierte en un material sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

Resistencia a bajas temperaturas: El aluminio conserva su resistencia y ductilidad a bajas temperaturas, lo que lo hace adecuado para aplicaciones en entornos fríos.

No magnético: El aluminio no es magnético, lo que lo hace útil en aplicaciones donde la interferencia magnética sería problemática.

Amplia disponibilidad: El aluminio es uno de los elementos más abundantes en la corteza terrestre, lo que garantiza su amplia disponibilidad y precios relativamente bajos en comparación con algunos otros metales.